Estaba yo en Canadá, si fue mi sueño a lo mejor estaba en Montréal, pero por ser Alanis a lo mejor estabamos en Ottawa, pero la verdad creo que no estabamos en ninguno de esos lugares, pero eso sí, era un pueblito canadiense. Yo estaba de visita y vivía con unos hermanos estilo Two and a Half man, no eran ellos exactamentes, pero si era un hermano más relajado y el otro hermano bien ñoño. Yo me estaba quedando en su casa, la cual estaba a escasas 6 puertas de distancia de la tienda del papá de Alanis Morissette. Una vil tiendita de abarrotes donde Alanis pasaba el tiempo en el que no estaba de gira ni haciendo discos. Eso lo supe cuando acompañé a lo hermanos por algo a la tienda y la vi ahí, tan sencilla, lavando pisos, acomodando anaqueles, y cobrando las cosas. A los hermanos no les sorprendía, siempre había sido así. Ya de regreso, les dije lo impactado que estaba por verla a ella tan sencilla en la tienda de su papá, y ellos me contaron que para eso lo hacía, para no perder el piso y recordar de donde venía. Si me encantaba por su música, en ese momento ya estaba enamorado de ella. Me siguieron platicando historias acerca de ella, incluso me contaron que ella fue la que les enseñó a tomar zarzaparrilla (zarzaparrilla? sí, zarzaparrilla) y entonces me sugirieron pedirle que me enseñara a tomar zarzaparrilla. No lo dijeron dos veces y ya me había salido de la casa para buscarla en la tienda de su papá y pedirle dos cosas: una, que me enseñara a tomar zarzaparrilla y la otra, que se tomará una foto conmigo. Me puse bien nervioso, sin pensarlo y ya había llegado a la tienda, pero ese no pensarlo trajo consecuencias como no quitarme el casco de la bici (no sé por qué traia el casco de la bici) afortunadamente cuando entré con todo y casco, ella se estaba metiendo a la parte de atrás de la tienda, así que sólo me vieron unas señoras, en ese grupo de señoras estaba una rubia muy guapa. Tuve que hacer una broma acerca de que traía el casco, las señoras rieron y ésta señora rubia se sentó atrás de la barra, como para saludarme, pero en lo que llegaba salió Alanis y le dijo algo, no me acuerdo exactamente que, pero terminaba con "mamá". Lo que me sorprendió tanto, que no le pude decir en ese momento a Alanis a qué venía ya que se metió a un cuartito tipo bodega. Aprovechando que se metió, me quise quitar la curiosidad y me puse a platicar con la rubia, que ahora pude distinguir como la mismísima Jenny McCarthy. "Mamá?" le dije. "Sí, pues ahora soy su mamá". Yo, tratando de alagarla, "Pues no deberías de ser su mamá, a lo mejor su prima, o hasta su hermana, pero bueno, el caso es que eres buena pare este tipo de papeles". "Cómo que este tipo de papeles?" Me preguntó desconcertada. Yo pensé que ya la había regado y que había entendido que le dije vieja. "Para estos papeles ficticios" Uf! La arreglé, pero ahí me di cuenta que acabábamos de reconocer que estamos en algo ficticio, digase película o sitcom o sueño, pero no me importaba, yo estaba ahí para que Alanis me enseñara a tomar zarzaparrilla y tomarme una foto con ella, Jenny seguía hablando y creo que le seguía la plática, pero en realidad estaba esperando a que ella saliera de la bodeguita. Alguien abrió la puerta de esa bodeguita que era un puerta de esas de doble visel estilo cantina que venía y regresaba. Entonces la alcancé a ver mientras de fondo oía la voz de su "mamá", la ví tan sencilla, lavando unas cosas allá atrás, yo seguía esperando. Estaba muy nervioso, sabía que no le iba a pedir una cita, ni que saliera conmigo, pero para mi era algo muy importante. La escena ya se había transformado, mientras pensaba todo eso, la "mamá" me seguía hablando, pero ya la platica era de fondo. La vista cambiaba hacia mi y la puerta, otra vez yo viendo a la puerta, y otra vez la puerta. Seguía muy nervioso, pero sabía que podía hacerlo, y estaba seguro que ella iba a aceptar tan sencilla propuesta. La espera se hizo más larga que todo el sueño junto, el nervio crecía aún más, la voz de Jenny se alejaba aún más hasta quedar sólo el ensayo en mi mente de qué le iba a decir a Alanis. Tan lejos y tan cerca a la vez, sólo tenía que salir por esa puerta para que yo la saludara y le pidiera dos cosas, muy sencillas, imposible que se negara, pero para mi era como pedirle un millón de dolares a Donald Trump. Cuando sentí que el momento estaba por llegar, cuando estaba seguro de lo que iba a decir, cuando por fin iba a platicar con ella, en ese momento pasó lo inevitable... ME DESPERTÉ!
Fue bueno mientras duró.
Recomendación de hoy (como soñé con ella es 2 x 1) My humps (cover a los black eyes peas) y Hands Clean (que la traigo pegada), ambas de Alanis.
